Cuando lo que queda es nada
ni los recuerdos quedan.
No hay risas, ni lágrimas.
Mucho menos besos o caricias.
Cuando lo que queda es nada
ni las sombras asoman.
No hay sol, ni viento.
Mucho menos voces o susurros.
Esto es nada.
De algo que no existió.
Es la nada de la nada,
lo que no fue, lo que no será.
Esto es nada.
De un sueño que no se soñó.
No es algo, ni siquiera un poco.
No es hoy, ni ayer, mucho menos mañana.
Fue, a lo mejor, una noche,
con destellos verdes
y bebidas tintas.
Pero si no existió, es nada.
Cuando lo que queda es nada,
ni tú ni yo quedamos.
1 comentario:
Qué gusto que te guste, Arizbe. Bienvenido a este humilde rincón.
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