lunes, 2 de mayo de 2011

Caprichos

Que tus manos formen un hogar en el que mis recuerdos puedan habitar sin miedo.
Que tus ojos iluminen mis días y, cuando duermas, mis ojos sean la luna de tus noches.
Que en tu aroma se pierdan todos mis suspiros.
Que mi espalda sea el refugio para tus caricias, y en la tuya floten mis dedos como barcas.
Que de tu boca beba yo la vida de tus fantasías.
Que en tus sueños viva mi voz, diciendo todos tus nombres secretos.
Que tu alma esté ansiosa de tenerme, cada día, cada hora y sin pausa.
Que mis lágrimas formen un río donde puedas sumergirte sin prisa.
Que nuestra risa sea una mariposa un día de verano.
Que no te duermas sin pensar en mí, ni que despiertes sin saberte pensado.
Que los mosntruos bajo tu cama desaparezcan al estar nosotros sobre ella.
Que nuestros besos no tengan fecha de caducidad.
Que juntos seamos un ave.
Que reinventemos los conceptos de nuestra existencia.
Que me escribas una canción y yo la cante para ti.
Que la libertad del viento te deje volar hacia el lugar que me he inventado.
Que, cuando estés en medio de la niebla, encuentres mi brazo para guiarte.
Que, si llueve, compartamos un paraguas.
Que en las noches de luna llena me aúlles despacito al oído que me quieres.
Que te apoyes en mí cuando creas no poder dar un paso más.
Que mi piel sea tu abrigo mientras duermes.
Que busques a esta niña caprichosa que te adora, sentada en una flor.

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