viernes, 9 de octubre de 2009

Amatorios


Eres el verano de mis días
Sol que nace en el este de mi cama
Y se pone al oeste de mi vida
Llenando las sombras con tu luz
Quemándolo todo
Mi vida la tuya la nuestra
Con mis manos en las tuyas
Ahogándome en tu beso
Bebiendo el incansable néctar de tu lengua
Hasta hundirme en tus ojos
Azules como el cielo en el que habitas
Mientras tú
Con tu sonrisa de niño bueno
Investigas mi mirada
Oscura como la noche en que nos encontramos
Perdida yo buscando tú
Hablo con tu voz y te escucho decir
Que entraste para no salir
Que habitas en mí como si fueras mi sangre
Caliente como un respiro a medias
Húmedo como tus labios en los míos
Agitado sudoroso sin prisa
Tuyo y mío
En esta noche eterna.

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